Durante su intervención, efectúo un exhaustivo recorrido, por la historia de los pasos o andas, remontándose al siglo XV,en el que procesionaban durante la celebración del Corpus Christi.
El siglo XVII aporta entre otros nombres de tallistas ilustres, los de Pedro Roldan o Francisco Antonio Ruíz Gijon, de ahí que retablos y canastillas guardan con frecuencia similitud. De esta época son los pasos del Señor del Gran Poder y del misterio de la hermandad de la Exaltación, ejemplos del dinamismo que caracterizó al barroco.
En el siglo XVIII se introducen en la decoración elementos nuevos como la rocalla. En el siglo XIX se suceden los estilos neoclásico, romántico y barroco.
En el siglo XX, el estilo que predominará será el neobarroco,como se puede contemplar en el paso de misterio de la hermandad de la Amargura. El estilo neorenacentista tiene claros exponentes en el misterio de la Quinta angustia, con sus característicos apliques en bronce, o en el paso del Stmo. Cristo de la Buena Muerte de la hermandad de los Estudiantes.
Iluminados mediante candelabros, faroles, hachones o por ángeles turiferarios, y decorados con cartelas y cresterías con motivos ornamentales, fundamentalmente de tipo vegetal, los pasos son obras de arte que, en palabras de nuestra conferenciante, merecen ser detenidamente contemplados.
