Cincuenta años de Carta de
Hermandad, cincuenta años de devoción incuantificable. Cincuenta años de
Viernes del Señor de Sevilla, donde desde un lejano barrio del Tiro de Línea se
desplazan sus vecinos para rezarte en San Lorenzo. Cincuenta años de un cíngulo
que sigue siendo el sostén donde se agarran los más necesitados. Cincuenta años
de una muestra de amor incondicional de los devotos del Tiro de Línea hacia ti
Señor. Cincuenta años de la Historia de un cáliz de un pequeño hombre con un
corazón inmenso llamado D. Antonio González.
Cincuenta años y tantas y tantas historias que solo Tú, Señor de Sevilla
conoces. Cincuenta años de mujeres tras
de ti en una tarde de Lunes y en una madrugada de Viernes. Cincuenta años después, tendremos tu Bendita
presencia a los pies del Señor Cautivo. Cincuenta años después, en el Tiro de
Línea habrá viernes del Cautivo y del Señor de Sevilla. Cincuenta años después, esa Sagrada Espina de
tu rostro nos recordará que Nuestro Señor, Cautivo y maniatado, sigue siendo el
Gran Poder que todo lo puede y al que agarrarnos para poder construir un Mundo
Mejor.
Cincuenta años hace que todo un
barrio, en una muestra de un cariño transparente, se postró ante tus plantas
Señor, para ofrecerte las donaciones que cada día nuestro querido D. Antonio
González, recogía puerta por puerta, para hacer realidad la construcción de tu Basílica.
Hoy, cincuenta años después,
recibimos la gozosa presencia de nuestro Señor del Gran Poder, en forma de
relicario, cincelado en plata fina, con apliques de oro, oro donado por tus devotos
y hermanos. No hay mayor muestra de amor puro.
Cincuenta años después, en tu casa, con la presencia
de tus hijos, Señor Jesucristo, Cautivo y maniatado, Gran Poder de Sevilla, quedaron firmadas las
bases de un amor eterno, en el que un barrio y una Hermandad, a través de un cordón de oro que ate tus
Benditas Manos, quedaron cautivados por Tu Gran Poder y ceñidos a ti, por
Siempre.
Texto: N.H.D. Jesús Caldero Ramírez
Texto: N.H.D. Jesús Caldero Ramírez