El pasado día 17 de enero, tuvo lugar en el Salón de Actos "D. Antonio González Abato", la primera sesión del XIV Curso de la Escuela de Formación Cofrade, que en esta edición lleva el título "La Orden Mercedaria. 800 años de historia".
Esta primera sesión se llevó a cabo por D. Pablo Alberto Mestre Navas, profesor de Historia de la Universidad de Sevilla, con una charla titulada "La presencia mercedaria en Sevilla".
En la misma, se expuso por parte de D. Pablo Alberto una detallada exposición de la llegada, evolución y presencia actual de la Orden de la Merced en Sevilla.
A continuación exponemos una transcripción de la charla, gracias a la colaboración de nuestro Hermano D. Antonio Jesús Bonachera Ledro.
El 1 de agosto de 1218 según
la tradición la Virgen se aparece a San Pedro Nolasco y ahí está el discutido
germen de la OM. Pedro no fue santo hasta el s. XVII ya que todo el dinero que
se recaudaba era destinado a la redención de cautivos. No se sabe mucho de él,
sí hay certeza histórica de su existencia, aunque no se sabe ni dónde nació.
Era un mercader que se percata de la situación de los cristianos cautivos en
tierra de infieles y decide trabajar en redimirlos.La tierra de fronteras era una
zona extensa y peligrosa, que dio lugar a cautiverios por ambos bandos y se
convierte en un pingüe negocio. Pedro crea un movimiento laico para rescatar
cristianos con el dinero que pedía, velando por esta iniciativa San Raimundo de
Peñafort. Contactaron con el rey de Aragón, Jaime I el Conquistador, que se
hizo con Valencia, Baleares y toda la franja de levante y era familia del rey
castellano Fernando III y suegro de Alfonso X. Jaime I apoyó este movimiento y
en su palacio real de Barcelona habilita espacios para su misión redentora.
El 19 de agosto de 1218
reciben el hábito laico de la orden en la Catedral de Barcelona, y en el mismo
estaba el escudo de la OM: las armas de la Santa Catedral de la Cruz de
Barcelona y las barras de Aragón, timbrados por la corona real. Las barras de
Aragón provienen de Wifredo el Velloso, primer conde de Barcelona, del que
cuenta la leyenda que al verlo herido de muerte metió sus dedos en el pecho y
trazó cuadro barras rojas sobre el escudo dorado del conde.
Para la OM Pedro Nolasco no es
más que el instrumento de la Virgen, de ahí el carácter de celeste que tiene
entre sus títulos; además de real como ya se ha explicado; y militar, con
capacidad para incursiones en territorio enemigo.
En 1235 Gregorio IX instituye
formalmente la OM, que recibe varios nombres en sus inicios: Orden u Hospital
de Santa Cecilia; Orden de la Misericordia… hasta llegar a la Orden Mercedaria.
Como orden, al igual que los jesuitas tiene un cuarto voto, el de poder
cambiarse por un prisionero. Al carecer de jerarquía, se van rigiendo por las
reglas de San Agustín hasta que en 1272 instituyen las suyas propias.
La OM llegó a Sevilla
protegida por la corona castellana, y la entraron con San Fernando en la ciudad
en 1248. Al distribuir la ciudad entre las órdenes, Alfonso siendo infante
vertebró la estructura territorial de la ciudad no asignó la mejor zona a la
OM, estaban lejos del Alcázar (poder civil) y de la Catedral (poder
eclesiástico). Los franciscanos y dominicos estaban más cerca, y el entorno
asignado a la OM era una zona de huertas al otro lado de la ciudad fácilmente
inundable, aunque muy fértil para el cultivo. Y en esa zona se expanden y van
labrando San Laureano, Mercedarias de San Vicente, la Casa Grande…
Al principio la casa dela Merced
fue un convento pequeño, pero desde 1492 todo cambia. Al tener condición de
capellanes militares, acompañan a todas las expediciones de ultramar y alcanzan
parte de la riqueza que se genera y que inunda Sevilla. Esa capacidad hace que
en el XVII se cree el gran convento que es, y que se conserva “gracias” a la
Desamortización del XIX, que destina el edificio a museo. Tiene cuatro
claustros porticados y tres patios.
Existe una talla primitiva de
la Merced datada en el s. XIII, hoy muy reformada, que está en el Convento de
Santiago de la Espada. Tenía una lanza en la mano, estaba vestida a lo militar
y acompañaba a los nobles en el arzón de su caballo. Es la primera imagen de la
Virgen que llega a Sevilla junto con la Virgen de las Batallas que acompañaba a
San Fernando. Esta es la imagen que saldrá en procesión el próximo 6 de octubre
con motivo del VIII centenario.
Distinto es el caso de Jesús d ela Pasión, que llega a la OM
por encargo directo de los frailes, pese a que ellos solían tener imágenes de
cautivos o atados a la columna. El Señor de Pasión estaba durante el año
vestido de blanco, como ellos, y sin la cruz que solo portaba en Semana Santa.
En el s. XVI llega un momento de esplendor para la OM.
Sevilla pertenecía a Castilla, pero en 1587 se crea la provincia de Sevilla,
así que se piensa en construir un Colegio que evite los desplazamientos a
Salamanca para la formación. Mucho antes, Hernando Colón levanta su casa en un
altozano junto a la Puerta Real, zona elevada por sedimentación que la libraba
de inundaciones y justo frente a la Cartuja, donde estaba enterrado su padre.
Es llí donde la OM crea el Colegio de San Laureano para la formación de la
orden, un Palacio de Colón lleno de libros por sus muchos viajes por el mundo.
En 1570 llega la hermandad del Santo Entierro desde Santa Catalina al ser excomulgados
por salir el viernes contra los dictados del Arzobispo. Estos cofrades compran
la capilla privada del palacio, la que era iglesia del Monte Calvario al estar
en un promontorio. La hermandad se fortalece y la OM contacta con ellos para
que asuman la gestión el colegio, pero por las Reglas de la hermandad la Virgen
no preside el templo como era uso en la OM. Así que justo al lado se labra la
capilla de las Mercedes de la Puerta Real.
Por disposición real, se determina en 1609 que San Laureano
sea para los Mercedarios Descalzos, con regla más estricta que los Calzados. Y
es que ese mismo año recuperan el convento y se concede indulgencia para que
los Descalzos levanten la Capilla de San José en Santa María la Blanca,
apoyados por el rey.
La invasión francesa provocó que las órdenes enviaran todo
lo posible de su patrimonio a Cádiz, y los edificios son transformados en
cuadras, fundiciones, cuarteles… Hasta 1830 no pueden volver a ocupar sus
estancias, pero seis años más tarde llega la Desamortización para arrasar otra
vez con todo; lo único positivo fue que el edificio de la Casa Grande se
destinó a museo, conservando dentro su patrimonio artístico.
Desde entonces hasta un sigo más tarde, la OM desparece de
la ciudad. Y ese retorno se fraguó en Roma, en una visita de Fray Amerio Sancho
y Fray Miguel López al Cardenal Segura. Pidieron permiso en Madrid para
desplazarse al sur, y tras rechazar hacerse cargo de la Ermita del Rocío (craso
error) y asumir que nunca iban a recuperar el primitivo cenobio, dudaron en
asumir la Capilla del Museo y perdieron esa opción, se marcharon a Molviedro, y
terminaron tras diversas peripecias y casi cuatro siglos después en San
Gregorio junto a la hermandad del Santo Entierro en 1940 (donde la Virgen
vuelve a no presidir el templo).
Poco más tarde, la explosión de la devoción mercedaria llega
con la fundación de la Hermandad de Santa Genoveva, curiosamente junto a Fray
Amerio; y hace poco se registra un nuevo movimiento en torno a una Imagen en la
zona de Rochelambert.
También se reflexiona sobre el importante peso que tiene hoy
aquí la OM, casi nulo en la zona en que nació; y ello pese a que solo quedan en
la ciudad dos frailes de elevada edad, y uno casi no habla español.
Terminamos con la sugerencia de promover el hermanamiento
general de las hermandades sevillanas con la OM, al objeto de conseguir mayor
unión entre las mismas y obtener los privilegios e indulgencias propias de la
Orden.